viernes, 11 de noviembre de 2011

Jefes y ambientes tóxicos

En la entrevista realizada a Iñaki Piñuel, en el programa “Para todos la 2”, habla sobre el ambiente tóxico que se da en los entornos laborales. Para empezar, Piñuel nos define la dimensión interior cuando “el trabajador se encuentra en el trabajo de cuerpo presente y de mente ausenta”, es decir que está pensando en otras cosas y que no tiene motivación.
A continuación, para saber identificar un entorno o ambiente psicológicamente tóxico, Piñuel nos comenta que son aquellos en los que los trabajadores sufran y que muchas veces se suaviza originando que el trabajador se aclimate a esas condiciones laborales. Pero esta situación produce daños en los trabajadores, convirtiéndose en víctimas. Las organizaciones pueden evitar estos ambientes tóxicos, identificándolos como riesgos que proceden de las relaciones humanas en el trabajo, puesto que tarde o temprano muchos de estos trabajadores queden en situaciones de incapacidad laboral transitoria o permanente.
Seguidamente Piñuel habla del síndrome del superviviente. Este síndrome consiste en que sale lo peor de la naturaleza humana y en el ámbito laboral, un antiguo compañero intenta entorpecer a otro con el fin de conservar su puesto y que echen al otro. Este síndrome termina con la cooperación, colaboración, con el valor añadido, con el trabajo en equipo,… ocasionando un problema en la organización/empresa que se produce. También habla del mobbing en la situación económica que vivimos, por tanto ha aumentado.
¿Qué debemos hacer si nos encontramos con un jefe tóxico? Según Piñuel debemos hacer frente puesto que no es admisible y no entra en el sueldo el ser maltratado, humillado y no entra tener que sufrir en el trabajo condiciones que van en contra de la dignidad humana. Además, esta la nueva ley en la que impide ser maltratado y por tanto se puede denunciar.
Muchas veces, estos jefes tóxicos es probable que tengan trastornos de la personalidad. Por ejemplo: trastornos paranoides de la personalidad, con personalidades psicopáticas (fríos, calculadores, caen bien a todo el mundo pero muy eficaces eliminando quien molesta). Se presentan tres tipos: el directivo de tipo narcisista, que busca en sus subordinados un auditorio, monopoliza todos los méritos y que destruye a aquellos que cree que pueden hacerle sombra; el directivo psicópata, aparentemente encantador, aunque calculador y malévolo, sobre todo con los trabajadores más frágiles; y el directivo paranoide, que desconfía de todo el mundo, interpreta de forma negativa la mayoría de iniciativas.
El barómetro Cisneros funciona determinando cuanto es el tamaño de determinados riesgos sociales y sobre todo el mobbing. Esto se realiza cada año y se compara con los de otros años y con el resto de la UE. Los datos son alarmantes, puesto que el mobbing está aumentando su número de afectados.
Como conclusión, vivimos en un mudo de a ver quién es más fuerte sin pensar en los demás, por lo que yo recomendaría a todo el mundo ver el documental “Pensando en los demás” puesto que les enseñaría a potenciar su inteligencia emocional, además de su autoestima, su asertividad, su escucha activa y empatía. Mantendrían equilibrio que todos debemos tener.

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